Este año 2009 da para mucho. Para "mucho" celebrar que hemos sobrevivido 40 años desde 1969, año que sí dió para mucho. Ya se habló de la llegada a la Luna (falsa, vedadera...yo me creo la versión que dice que todo lo grabó Kubrick), Abbey Road, y ahora, quien no se haya enterado es porque vive en una cueva, toca celebrar Woodstock, cumbre de la era hippie. Ya todo el mundo al que le interesa ese tema sabe un montón de curiosidades, y sería más de lo mismo repetir aqui cosas como que hubo tres muertes en el festival y que se estima que un 25% de las mujeres asistentes quedaron embarazadas.
Yo creo que Woodstock fue una de esas revoluciones que han hecho que mi generación sea tan "amorfa". No me meto para nada con el festival, si no con el hecho de que nos han hecho creer que esos ideales de libertad y paz los hemos conseguido y no hay nada de lo que quejarse. Tenemos nuestra "libertad de expresión", libertad de vestir como queramos, de crear cualquier tipo de música... hasta libertad sexual. Pero es todo un espejismo. Lo que pasa es que es muy cómodo pensar que somos libres y escuchar, perdón, aguantar, la música que nos meten a presión por la televisión y la radio, vestirnos creyendo que somos originales porque llevamos algo que en realidad lleva todo el mundo y enrollárnos con quien nos apetezca, siendo asi el más guay de la "manada". Pero todo esto al final no puede hacer feliz a nadie con un mínimo de cerebro. Necesitamos algo más, que nos haga sentir diferentes. Somos una generación que no ha encontrado su seña de identidad en lo que a música se refiere. Somos una generación que no se queja de las injusticias que vemos, que son más que en 1969, porque no somos solidarios. La sociedad se ha encargado de crear hormiguitas individualistas y sin imaginación. Los sueños de la gente de mi edad son: casarse con un futbolista y tener mucha pasta, hacer la carrera de Derecho y ganar mucha pasta, hacer Medicina y ganar mucha pasta, ser actor y ganar mucha pasta, ser cantante de rap y ganar mucha pasta...etc.
Somos una generación de insolidarios sin imaginación y bastante ignorantes. Sin embargo, como he dicho antes, alguien con un poco de cerebro busca algo más. Y últimamente se vuelven a ver fans de Hendrix, gente antiglobalización, gente inconformista con la guerra en Palestina...gente que necesita un cambio. Y con esto de la crisis, ademas, hay necesidad de estrujar la imaginación. Hay mucha gente insatisfecha que empieza a abrir los ojos y se da cuenta de la manipulación a la que estamos sometidos. Y ahi es donde entramos los "insolidarios sin imaginación y bastante ignorantes" que decidimos cambiarle la etiqueta a la generación. Somos nosotros los que tenemos que levantar otro Woodstock y luchar contra el enemigo invisible que nos ha tocado. Hay gente que ya es muy tarde y no va a abrir los ojos (gente que pregunta "¿Quién es Woodstock?" y te rompe el corazón), pero no creo que esté todo perdido. En realidad es cuestión de conocimiento, cuanto más sabes, más libertad tienes porque tienes más posibilidades donde elegir. Por eso la gente que sabe elige a Hendrix y no a 50 cent, o a Janis Joplin y no a Mariah Carey.
En fin, felicidades Woodstock, y, aunque nadie te ha olvidado, espero que la cosa esté mejor dentro de 10 años.
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